sábado, 19 de agosto de 2023

Vito Giuseppe Passamai

EL ARTISTA PICAPEDRERO

Por Elio Daniel Rodríguez

Detalle del bebedero triple de plaza 9 de Julio, Salta. 
Fotografía: Elio Daniel Rodríguez

Don Vito Giuseppe Passamai llegó a la Argentina en 1926, alejándose del fascismo que tomaba cada vez más fuerza en su Italia natal. Había dejado en aquel país a su esposa y dos hijos. Uno de ellos vino a conocerlo 25 años más tarde, en 1951, y si bien la intención seguramente era regresar a Europa con él, no pudo convencerlo, así es que después de muchos vanos intentos, decidió el mismo afincarse en esta nueva tierra. Hizo venir a su prometida, se casó con ella y echó raíces en este rincón de América, en donde estaba su padre.

Pocos salteños lo saben, pero cada vez que transitan por la Plaza 9 de Julio una parte del legado de don Vito es testigo de sus pasos. Porque los bebederos de piedra, con sus copas y pedestales, son obra de su tesón y prolijo empeño; como los son también los curiosos cuencos y ruedas emplazados justo enfrente de la Catedral; o los monolitos que rodean el busto de la educadora Mercedes Arancibia ubicado a las puertas de la Escuela Urquiza; o las obras en piedra de la plazoleta en la intersección de San Martín y Buenos Aires; o el pedestal del busto de Sarmiento -que hoy está en desuso ya que el busto fue colocado sobre un pedestal de cemento-; o el pórtico del antiguo Jardín Incaico, hoy tristemente desaparecido; o la fuente del paraguitas; o la de la estrella; o el escudo a los pies del mástil en el Parque San Martín; o los bancos de piedra; o el libro abierto, también en piedra, del Matadero Municipal…

La materia prima venía de La Pedrera. La transportaba él mismo, y la extraía a veces valiéndose de explosivos para separar los grandes trozos del material que le proveía la tierra, siempre generosa.

Sus amigos le decían “don Víctor” y en la municipalidad lo conocían como “el picapedrero”. Le llamaran como le llamaran, él era un artista y, quizás como testimonio de su amigable confraternidad con la tierra que lo acogió, a las pocas obras que firmó le inscribió como nombre del autor un argentinizado “Víctor Passamai”.

Hacía que la piedra se transformara en los más variados objetos para uso y deleite de paseantes y transeúntes, y gracias a sus manos habilidosas la veía renacer bajo la forma de bebederos, adornos, portales y bancos.

En estos tiempos en los que todo se hace para no durar demasiado, resultaría extraño tal vez el trabajo de aquel artista de la piedra, que transpiraba su talento con ansias de eternidad.

Mientras iba sacando belleza de la dura roca, fumaba en pipa. Dicen que se valía, para su oficio esforzado, de pocas herramientas; apenas dos o tres a las que sus manos y su ingenio sabían sacarle el mejor provecho. Le alcanzaban un martillo, un cincel y alguna sencilla cosa más. No le hacía falta ningún otro elemento, porque todo lo compensaba con sus ganas y con la alegría que le daba el ver surgir del seno duro de la roca, la creación sensible de su ingenio escultórico.

La paga era escasa, apenas 4 pesos por día. Por eso, cuando quiso no pudo volver a visitar su amada Italia. Falleció el 21 de agosto de 1969, a los 72 años. Pero la historia no termina ahí; existe un documento, fechado en Italia el 15 de septiembre de 1970, en el que se lo designa “Cavaliere dell’ Ordine di Vittorio Veneto”. La Orden de Vittorio Veneto se estableció en marzo de 1968 para «expresar la gratitud de la Nación» a aquellos que, después de haber luchado durante al menos seis meses durante la Primera Guerra Mundial o conflictos anteriores, habían logrado la cruz del mérito de guerra. El Jefe de la Orden, que comprendía una sola clase de Caballeros, era el Presidente de la República de Italia. Este honor era otorgado por decreto del jefe de Estado a propuesta del Ministerio de Defensa. La vida a veces tiene esas cosas; don Vito fue artista picapedrero en Salta y poco después de su muerte se lo nombró Caballero de Italia. Él, que estaba acostumbrado a extraer belleza de las piedras, había conocido alguna vez los horrores de la guerra.

Ahora nos queda su obra; una obra bella, útil y tan luchadora contra los perjuicios del tiempo como lo puede ser la dura matriz de nuestros cerros. Ahí está, en la piedra, el espíritu sensible del picapedrero que hizo de su oficio un arte imperecedero.


A modo de reflexión:

Por haber hecho nuestros paseos públicos, plazas y parques más hermosos, tenemos una deuda de gratitud para con don Vito Giuseppe Passamai. Su legado perdura ante la indiferencia de muchos y es hora de otorgar el debido valor a su trabajo fecundo, sensible y esforzado. Varias de sus obras van deteriorándose o sufren vandalismo sin que se haga nada por proteger el tesoro surgido de las manos y el corazón de este italiano, hábil e ingenioso picapedrero, que una vez, hace mucho, hizo de este suelo su casa. Hay fuentes de agua que no funcionan y piedras que se desprendieron del lugar en el que originalmente estuvieron. La carismática Fuente del Paragüitas fue quitada de su lugar hace varios años y permanece arrumbada en la Planta Hormigonera Municipal. No puede permitirse que este valioso patrimonio común languidezca hasta desaparecer. Depende de todos, pero fundamentalmente de quienes tienen responsabilidades de decisión, que la obra de este artista siga deleitando a salteños y turistas.


Arriba: La Fuente del Paragüitas, obra en piedra realizada 
por Vitto g. Passamai y que por muchos años formó parte de 
momentos muy felices de una enorme cantidad de salteños y turistas. 
Abajo: La obra, tal cual permanece en la actualidad, arrumbada en la 
Planta Hormigonera Municipal.





martes, 8 de agosto de 2023

Cerqueros de collar - El lugar más maravilloso del mundo

MIS PINTURAS DE NATURALEZA

    Una pareja de cerqueros de collar deambula por la hojarasca, mientras algunos rayos del sol de la mañana se filtran, tenues, a través del ramaje. Es otoño. Las aves, habitantes de las selvas y los ambientes boscosos, se mueven en el suelo y en los estratos bajos, y, seguramente, un área tapizada de hojas secas, con la vegetación protectora por encima y la luz bañando apenas la atmósfera, es uno de los mejores lugares que, en el mundo, un cerquero puede encontrar.

Técnica y soporte: Óleo sobre tela.

Medidas: 50 x 30 cm. 

Año: 2008. 

Autor: Elio Daniel Rodríguez. 


sábado, 5 de agosto de 2023

Unas palabras sobre el paisaje y la vida en las alturas*

 LA PUNA Y LOS ALTOS ANDES


Quien haya creído haber pasado por un desierto probablemente deshabitado mientras alguna vez transitó raudamente un camino de la Puna y atravesó los Andes habrá estado equivocado.

Tal vez haya querido escapar de sus dominios inmediatamente el que miró la cordillera sin verla. Pero bueno es saber que este lugar sólo excepcionalmente enamora en la primera cita; a estas alturas hay que conocerlas en su intimidad para comprenderlas, para quererlas, y así, al cabo tal vez de algunos desencuentros, sentirlas parte de uno.

Las laderas escarpadas, las estepas inmensas y los arroyos helados son el hogar de una multiplicidad de seres vivos, animales y plantas, que en una primera impresión resulta difícil de imaginar.

Es menester tener la experiencia de la sal crujiendo bajo los pies en los salares inmensos, del viento helado arrancando lágrimas, y del asombro ante el cielo azul, inconmensurable, gigante, y frente al cual nos sentimos inclinados a comprender la verdadera esencia de nuestra dimensión.

A pesar de sus rigores, ésta es la tierra que una importante variedad de plantas ha sabido conquistar y que muchos animales han elegido para vivir y para criar a su descendencia, lo que es lo mismo que hacerla su patria.

Conocer su vida y sus historias es maravillarnos a cada instante, y es, al mismo tiempo, enriquecernos como personas, y la oportunidad para volvernos mucho más humildes. Para el que verdaderamente ha tomado contacto con estos paisajes, complicada es la tarea de olvidarlos.

Porque el que vio pasar al menos una fracción mínima de su vida en los rincones puneños y altoandinos, siempre los estará recordando; periódicamente estará volviendo. El conjunto de las aves que los habitan constituye una parte inmensamente bella de lo que son y de lo que representan. Los flamencos y los cóndores, las avocetas y los colibríes, las guayatas, las camineras y las dormilonas conforman un rico y diverso elenco de biodiversidad, que todo aquel que ama la naturaleza está llamado a conocer y que todos estamos obligados a proteger.

*Del libro “Aves de la Puna y los Altos Andes del Noroeste de Argentina”, de Elio Daniel Rodríguez. Mudo Editorial. Salta. 2011.


sábado, 15 de abril de 2023

Anfibios del noroeste argentino

UNA LUCHA CONTRA LA EXTINCIÓN

    Esteban O. Lavilla es tucumano y nació en 1955. Es doctor en zoología y se desempeñó durante largos años en la Fundación Miguel Lillo, en Tucumán. Desde chico, sintió una profunda atracción por el universo de los anfibios y hoy ve con preocupación el porvenir de este grupo de animales a los que dedicó una parte importante de si vida ¿Qué les pasa a los anfibios en el noroeste argentino?

Por Elio Daniel Rodríguez

- ¿Cuál es la situación, en lo que a conservación se refiere, que atraviesan los anfibios en el noroeste argentino?

    Para contextualizar la respuesta a esta pregunta, debemos recordar que, desde mediados de la década de 1980, estudiosos de diferentes regiones del mundo comenzaron a percibir que algunas poblaciones de anfibios, otrora saludables, mostraban una notable declinación en su número o habían desaparecido por completo. Esta situación, que cada uno de nosotros creyó que ocurría a nivel local, se demostró que tenía escala planetaria. Treinta años después, la situación no solo no se ha revertido, sino que fue empeorando paulatinamente, y hoy muchas especies de anfibios, a nivel mundial (y también en el noroeste argentino) muestran una situación preocupante.

    El problema de las declinaciones poblacionales y extinciones no afecta a todas las especies por igual. Refiriéndonos al NOA, aquellas que viven en la llanura chaqueña aún conservan algunas poblaciones saludables, mientras que las que viven en las selvas de montaña y en las regiones puneñas y altoandinas andinas muestran poblaciones en un estado de mayor vulnerabilidad.

- ¿Cuáles son las principales amenazas que atentan contra la supervivencia de las especies de este grupo de animales en nuestra región?

    Las causas son múltiples y actúan de manera sinérgica. Una amenaza de gran impacto es la relacionada con las pérdidas irrevocables de hábitats debidas a diversas razones, incluyendo, entre otras, la expansión de la frontera agropecuaria, a la minería a cielo abierto, la explotación de hidrocarburos y el crecimiento urbano no planificado. Para ejemplificar el efecto multiplicador y complejo de las actividades humanas, tomemos el primer caso, ejemplificándolo con las acciones alrededor de un cultivo de soja. Como primera medida, un espacio natural en el que se desarrollaba una comunidad animal-vegetal integrada por numerosísimas especies es sometido a tala rasa, con frecuencia seguida de fuego que deja la tierra yerma. A continuación, se siembra una sola especie, que para que prospere y sea económicamente rentable necesita de agroquímicos. Estos son de varios tipos, pero podemos dividirlos en tres categorías, los fertilizantes, los plaguicidas y los herbicidas.

    Los plaguicidas son venenos que matan todo (aunque las propagandas digan lo contrario), por lo que no es necesario detenernos a ampliar el concepto. Los fertilizantes, por su parte, agregan sobre todo nitrógeno y fósforo al cultivo, y luego de las lluvias son arrastrados a charcos, lagunas y otros cuerpos de agua, donde se reproducen anfibios. Ese exceso de nutrientes en el agua provoca el crecimiento desmesurado de vegetación, que consume todo el oxígeno disuelto, con lo que la fauna que vive en esos ambientes muere. Y con respecto a los herbicidas, la soja que se cultiva en el NOA es transgénica, y está desarrollada para resistir la acción del glifosato (C3H8NO5P), un herbicida total de amplio espectro, que en sus formulaciones comerciales ha demostrados poseer efectos nocivos no solo contra otros vegetales, sino también sobre los animales en general y el hombre en particular, aunque oficialmente se niegue su acción carcinógena.

    Y para colmo de males, y en especial para los anfibios, quizás relacionado esto con alteraciones de diversa magnitud de la temperie, atribuidas a procesos todavía no cuantificados de cambio climático, local y global, han surgido una serie de las llamadas enfermedades emergentes, producidas por hongos y virus que atacan especialmente a los anfibios, diezmando sus poblaciones.

- ¿Hay casos ya en nuestras provincias de especies severamente amenazadas o acaso ya se han producido extinciones de algunas de ellas?

    Las dos especies de anfibios que se han declarado formalmente extinguidas en la República Argentina, Telmatobius ceiorum y Telmatobius laticeps, vivían en el noroeste argentino. La primera en la selva de montaña de la vertiente oriental de las Cumbres Calchaquíes y Nevados del Anconquija, y la segunda en el Valle de Tafí, en Tucumán. Otras severamente amenazadas en la región NOA incluyen las tres especies de ranas marsupiales del género Gastrotheca, las otras especies andinas y puneñas del género Telmatobius, a la que se suman el sapo del Baritú, Rhinella rumbolli, la rana mono Phyllomedusa boliviana, la rana de las vizcacheras Leptodactylus laticeps y las ranas de desarrollo directo del género Oreobates.

- ¿Cuántas especies habitan actualmente el NOA?

    Alrededor de 70 especies, muchas de ellas microendémicas, es decir, que poseen una distribución muy limitada, siendo conocidas de una o de muy pocas localidades.

-Y de las que están en serio peligro, ¿cuáles son las más comprometidas?

    Sin dudas, las ranas altoandinas del género Telmatobius, las ranas marsupiales del género Gastrotheca y las dos especies de desarrollo directo del género Oreobates.

-Siempre hablando de la región noroeste, ¿podría suponerse que aún hay especies que no conoce la ciencia y que esperan aún ser descubiertas?

    Sí. Seguramente hay muchas especies todavía desconocidas a lo largo de la cordillera de los Andes, de los valles interandinos y de la selva de montaña (Yungas). Además, estudios citogenéticos y moleculares sobre especies “comunes” y de amplia distribución geográfica han mostrado, en algunos casos recientes, que en realidad no se trataba de una sino de un mosaico de especies crípticas, es decir, de morfología muy similar.

¿Qué implicancias puede tener para los ecosistemas la desaparición de una especie de anfibio o de varias de ellas, como se dice que está actualmente ocurriendo en el mundo?

    Los ecosistemas pueden ser vistos como súper-organismos extremadamente complejos, en el que las plantas y los animales han interactuado entre sí y con el ambiente durante miles de años. Esa interacción ha llevado a un proceso de ajuste conocido como co-evolución, en el que cada organismo influye sobre, y es influido por, todos y cada uno de los restantes integrantes del sistema. La pérdida de uno de estos componentes provoca un desequilibrio, que en condiciones normales puede ser restaurado por la incorporación de otro(s) componente(s) al sistema, pero cuando las alteraciones son de proporciones pueden tener lugar efectos cataclísmicos. Volviendo a la figura del súper-organismo, imaginémonos a nosotros, y cómo sería nuestra calidad de vida si nos extirparan definitivamente alguno de los miembros u órganos que nos componen...

- ¿Es equivalente lo que está ocurriendo en nuestra región con los anfibios a lo que está sucediendo en el mundo?

    Para esto no hay una respuesta unívoca. La declinación poblacional y las extinciones son fenómenos globales, pero en cada región hay componentes que pueden marcar algunas diferencias. Argentina, como muchos países en vías de desarrollo, basa su economía en un modelo exportador de recursos agropecuarios, mineros y de hidrocarburos con poco o ningún valor agregado, lo que se traduce en acciones directas sobre el ambiente. Además, desde la implantación de doctrinas políticas neoliberales, con eliminación de restricciones y retenciones a las exportaciones, la expansión de la frontera agropecuaria y los pedimentos para explotaciones mineras se han visto incrementados, lo que implica que en el país se reducen a pasos agigantados los pocos espacios naturales que aún existen.

- Cuénteme, por favor, algunas peculiaridades de los anfibios; es decir ¿qué los hace especiales o diferentes a otros grupos animales?

    Las características que hacen de los anfibios un grupo de un tremendo valor científico y práctico son numerosas. Más allá de su papel como reguladores de poblaciones de invertebrados real o potencialmente nocivos, y de su rol como alimento de otras especies, particularmente reptiles y aves, los anfibios son los vertebrados más avanzados que poseen el número más elevado de modos de reproducción y desarrollo y que conservan un estado larval de vida libre, lo que permite realizar estudios de elevado valor teórico. Entre los aspectos aplicados, se puede afirmar sin lugar a dudas que la piel de los anfibios es la “farmacia” más rica de la naturaleza, y que las glándulas allí contenidas desarrollan productos biogénicos de marcado interés farmacológico, incluyendo el analgésico más potente que se conoce, los reguladores de tensión arterial más eficientes, miorrelajantes, antivirales, antiácidos y muchos más.

- ¿Qué lo llevó a usted a comenzar a interesarse en estos animales?

    No creo que a los cinco o seis años de edad haya tenido una razón consciente para interesarme en los anfibios, pero no recuerdo mi niñez (y de hecho, mi vida) sin estar relacionado de un modo u otro con ranas, sapos y escuerzos...

- Y de todas las cosas que ha estudiado u observado en lo referente a ellos ¿qué es lo que más lo ha sorprendido o lo que más ha llamado su atención?

    Con respecto a los anfibios casi todo es sorprendente, pero para poder realizar estudios que llegaran a un fin, dediqué buena parte de mi vida profesional al estudio de su reproducción y desarrollo, focalizando especialmente en la morfología y anatomía de las larvas (los renacuajos), y los cambios que se producían para alanzar el estado adulto, en ese complejo proceso conocido como metamorfosis.

- ¿Tienen esperanzas los anfibios en nuestra región?

    Desde lo emocional, quiero pensar que el hombre, en algún momento, tomará conciencia de que aislado del entorno natural (no solamente de los anfibios), no podrá sobrevivir, y ayudará a la preservación de los recursos naturales Desde lo racional, y viendo las acciones llevadas a cabo en los últimos 50 años, estoy profundamente desesperanzado.

- Y la última: ¿por dónde debemos comenzar para asegurar la supervivencia de las especies que aún nos quedan?

    Estoy convencido que la solución de los problemas de la preservación de los recursos naturales en general, y de los anfibios en particular, ha dejado de ser una tarea de los biólogos, para pasar a ser una asignatura pendiente de los tomadores de decisiones a nivel gubernamental. El conocimiento científico para lograrlo ya fue generado y mucha de la legislación necesaria ya existe. Lo que hace falta ahora es una política de estado que asegure su aplicación y continuidad en el tiempo. Sin embargo, con un ministro de Ambiente de la Nación que justifica su ignorancia en el área que le compete diciendo que las cuestiones de ambiente son cuestiones de sentido común, estas acciones entran en el plano de las utopías...



sábado, 18 de marzo de 2023

Por amor a la vida

LIBRO DE TITO NAROSKY Y ELIO DANIEL RODRÍGUEZ

La Tierra es hermosa y diversa, pero parte importante de su riqueza y de sus animales y plantas están en peligro como consecuencia del accionar, en muchos casos irresponsable, del ser humano. En este libro, Tito Narosky y Elio Daniel Rodríguez, dialogan sobre el modo en que nace el apego hacia lo natural, la forma en que nos comportamos las personas con el mundo que nos rodea, y también la creencia en Dios y la posible conexión del carácter de esta idea con la manera en que nos relacionamos con la vida salvaje. Además, abogan por un nuevo tipo de vinculación entre nosotros y nuestro maravilloso planeta, repasan algunas de las posibles causas del problema y plantean probables escenarios de solución, en los que el cambio de paradigmas, la reflexión y el amor adquieren especial importancia. Lo hacen con la urgencia y en ciertas ocasiones la crudeza que la cuestión requiere, pero también con afecto hacia la especie de la que son parte y movidos por la esperanza. Lo hacen, es claro, por amor a la vida.

Nombre del libro: Por amor a la vida.

Autores: Tito Narosky y Elio Daniel Rodríguez.

Editorial: Noroeste Salvaje Ediciones.

Edición: Rústica.

Medidas: 15 x 22 cm.

Páginas: 204.

Año: 2021.

Envíos: A todo el país a través de Correo Argentino.

Para más información: WhatsApp +54 9 387 4738691.

 

sábado, 11 de marzo de 2023

Dominó Mariposas del Noroeste

¡PARA COMENZAR A CONOCER EL MUNDO DE LAS MARIPOSAS!

Noroeste Salvaje les presenta un clásico juego, ahora con precisas y detalladas ilustraciones de siete especies de mariposas que habitan el noroeste argentino, ilustradas por Elio Daniel Rodríguez. La caja contenedora incluye los nombres científicos y comunes de las especies representadas en el juego.

El juego fue presentado en comunidad en 2020 y aborda un universo casi desconocido para el no especialista, el mundo de nuestros lepidópteros.

Todas las especies representadas habitan en diferentes ambientes del noroeste argentino y varias se encuentran también en otras regiones del país, por lo que el juego puede convertirse en una divertida introducción en los secretos de seres pequeños, coloridos y fascinantes, como son las mariposas.

¡No dejen de volar y divertirse con las mariposas!

Por consultas, pueden enviar sus mensajes de WhatsApp a los teléfonos 0387-4738691 o 0387-5831781. También pueden realizar las preguntas que deseen dejando un mensaje en nuestro Facebook: Noroeste Salvaje.

 


lunes, 20 de febrero de 2023

"Árbol Histórico de Salta"

LA CONFUSIÓN DE LOS LEGISLADORES

Por Lázaro Juan Novara y Elio Daniel Rodríguez

"La muerte de Güemes", óleo de Antonio Alice (1910).

Hace ya un lustro, en 2018, uno de los autores de este trabajo propuso la designación de la flor y del árbol emblemáticos de la provincia de Salta. Los proyectos de ley que así nacieron, presentados ante la Cámara de Diputados, llevaron los números 91-39444/18 y 91-39445/18. Se puso entonces a consideración de los legisladores la designación del amancay de Los Cardones, Hieronymiella aurea, como nuestra flor emblemática, y del palo de papel, Cochlospermum tetraporum, como su equivalente entre los árboles.

Razones desconocidas por nosotros hicieron que el tratamiento de esas iniciativas no tuviera lugar, aunque los sucesos de público conocimiento, relacionados con la alteración de la vida ciudadana que supusieron los hechos ocurridos desde marzo de 2020,  más un estado de  crisis crónica que afecta a nuestro país y provincia, nos movieron a pensar que nuestros diputados y senadores habían resuelto dejar para un momento más adecuado y oportuno la sanción de una norma como la que reseñamos más arriba, que, aunque valiosa, no reviste urgencia.

No obstante, a fines de 2021 llegó a nuestros oídos que, después de un breve trámite legislativo, el cebil colorado había sido declarado “árbol histórico de la provincia de Salta” mediante la ley 8284, promulgada por el Poder Ejecutivo y publicada en el Boletín Oficial del 26 de noviembre de 2021.

La citada ley solo menciona al árbol por su nombre vernáculo, común o vulgar, sin dejar constancia de su denominación científica, aunque damos por sentado que se trata de Anadennanthera colubrina, nombre que hubiese sido pertinente hacer constar en la ley.

De todos modos, su designación como “árbol histórico” es insostenible por cuanto ya no existe el individuo que dio origen a la versión de acuerdo a la cual el General Martín Miguel de Güemes murió a su sombra. De aquel árbol hace mucho tiempo no se sabe absolutamente nada, y, hasta donde conocemos, tampoco se sabe desde cuándo se desconoce su paradero. Por otra parte, nunca se obtuvieron retoños de dicho individuo hoy desaparecido. Al no existir aquel árbol original, ni retoños, ni ejemplares de herbario de sus ramas, hojas, flores y frutos, hoy no podemos saber si efectivamente se trató de un verdadero cebil colorado y no de un cebil blanco, Parapiptadenia excelsa, tan afín, parecido y fácil de confundir para quien no es botánico o quien no tiene el ojo avezado para la identificación de estas especies. O podría haber sido quizás un viscote, arca o cebil, Parasenegalia visco. Peor aún, tal vez era otra especie arbórea totalmente diferente, como un algarrobo o un tala, entre tantas. Recordemos que el general Güemes falleció en plena temporada fría, momento en el cual estos árboles se ven despojados de sus hojas, y tampoco hay flores o frutos para una determinación precisa de la especie. Hoy no sabemos a ciencia cierta, realmente, de qué especie se trató.

No obstante, esto no es lo más importante aquí; existe una fuerte tradición oral que indica, es cierto, que fue un cebil colorado el que brindó su amparo a la triste agonía del héroe gaucho. Lo sustancial en esta oportunidad es advertir que se trata de un error su designación como “árbol histórico”. Para que se entienda bien, los árboles históricos nunca son especies, sino individuos, ejemplares concretos relacionados con algún hecho de trascendencia histórica. La designación por parte de la legislatura salteña de una especie como “árbol histórico” genera enorme confusión y deja en evidencia que se incurrió en un grave error de interpretación.

En todo caso, lo correcto hubiese sido proponer al cebil colorado [Anadenanthera colubrina (Vell.) Brenan] como “Árbol Emblemático” para la provincia de Salta en virtud de su significación histórica relacionada con las versiones que lo relacionan con la agonía de nuestro héroe máximo. O quizás podría enmendarse el error corrigiendo la ley y creando una categoría nueva donde el “cebil colorado” no fuera designado como “árbol histórico”, que, recuérdese, debe ser siempre un individuo, sino como “especie de relevancia histórica para Salta”.

Pero, como se indicó antes, ya existe una propuesta anterior de declarar “Arbol Emblemático” al “palo papel” o “palo de papel” (Cochlospermum tetraporum Hallier), efectuada ante la Cámara de Diputados en el año 2018 y mencionada al inicio de este trabajo.

Al existir dos propuestas diferentes, lo correcto sería analizar ambas detenidamente y, con fundamentos valederos, escuchando a todos los interesados en participar del debate, y estando los legisladores plenamente informados de en qué consiste una ley como la de designación de una especie emblemática y cuál es el espíritu de una elección semejante, votar en consecuencia. Porque no se puede simplemente ignorar una iniciativa que se hace llegar desde el conocimiento y desde la sensibilidad que significa querer colaborar para que Salta cuente con una flor y un árbol emblemáticos, más aún cuando ese olvido y las decisiones que se tomaron en torno al tema implicaron, además, una lamentable, aunque entendemos que no deseada, equivocación por parte de los legisladores.

Para aclarar la cuestión, explicamos a continuación lo que son y las diferencias que hay entre “arboles emblemáticos”, “arboles históricos” y “arboles notables”, cada uno de los cuales tiene diferente concepto y definición.

Los árboles emblemáticos son especies elegidas por la gente debido a que poseen características particulares, a través de las cuales los habitantes de un determinado lugar se sienten representados o identificados como pobladores de un sitio específico. Se trata, por lo tanto, de una especie vegetal y no de un individuo aislado.

Los árboles históricos, por su parte, son ejemplares bien determinados que fueron testigos de acontecimientos o personajes que trascendieron su tiempo y que se hallan vinculados de alguna manera con nuestra historia, constituyéndose en un valioso patrimonio de la memoria y de la cultura del país, provincia o región en donde el individuo se encuentra. Se trata de ejemplares merecedores de un especial cuidado y mantenimiento dada su relevancia, ya que poseen características históricas, culturales o botánicas que los diferencian de sus congéneres, lo que los convierte en un valioso patrimonio de importancia para el país y la comunidad.

En muchos casos, el individuo original pudo haber muerto, pero antes de su desaparición es posible que se hayan obtenido retoños por vía asexual (estacas o acodos) por lo que llevan la misma carga genética y aspecto general que el árbol primigenio. Son verdaderos clones del árbol original.

La catalogación de los árboles históricos fue iniciada en nuestro país por el historiador Enrique Udaondo, en su libro Árboles Históricos de la República Argentina (1935), donde dio visibilidad a los árboles asociados a hechos relevantes para la historia de nuestro país, y junto a la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos fue promotor del cultivo de retoños y acciones educativas y celebraciones como el Día del Árbol (29 de Agosto), propuesto por Estanislao Zeballos en 1900.

Los árboles notables, son aquellos definidos por sus características botánicas, ornamentales, monumentalidad, edad, o por ser únicos como representante de la especie en un lugar determinado. También se incluyen otros que, sin tener las características mencionadas, son significativos para la comunidad, y que se plantaron en homenaje a alguna persona destacada o como recordatorio de cierto hecho especial.

La ciudad de Buenos Aires ha sido la pionera de esta iniciativa, creando el primer catálogo de árboles históricos que se publicó en 1962, y en 1965 se estableció como marco de protección legal la ordenanza N.º 20.745, estableciendo el Régimen de Árboles Históricos y Notables para aquella urbe.

En base a ello, en Buenos Aires actualmente hay registrados 640 ejemplares: 78 históricos y 562 notables. La lista, muy parcial y selecta, que se ofrece a continuación fue extraída de dicho trabajo del Gobierno de esa ciudad. No existen, hasta donde sabemos, listas similares de árboles históricos ni notables para el resto del país.

Árboles históricos

- Aguaribay del Perito Moreno. (Schinus piliferus) Instituto Bernasconi. Bº Parque Patricios. Bs. As.

- Gomero de la Recoleta. (Ficus macrophylla). Ubicado en Av. Manuel Quintana 596, Bs. As.

- Magnolia de Avellaneda. (Magnolia grandiflora). Av. Berro Adolfo 241, cerca al Jardín Japonés. Bs. As.

- Magnolias del Protomedicato. (Magnolia grandiflora). Av. Humberto 1º 343. San Telmo. Bs. As.

- Olivo del Papa Francisco. (Olea europaea). Plaza de Mayo. Bs. As.

- Palmera de Avellaneda. (Phoenyx dactilifera). Plazoleta San Martín de Tours. Jardines de Recoleta. Bs. As.

- Retoño Árbol de Guernica. Retoño de roble (Quercus robur). Plazoleta al norte de Casa de Gobierno. (Av. Alem y Rivadavia), Bs. As.

- Retoño de la Higuera de Sarmiento. (Ficus carica). Plaza Sicilia. Bs. As.

- Retoño del Algarrobo de Pueyrredón. (Prosopis alba). Plaza Pueyrredón. Bs. As.

- Retoño del Árbol de Artigas. (Peltophorum dubium). Plaza R. O. del Uruguay. Plaza 25 de Agosto. Bs. As.

- Retoño del Aromo del Perdón. (Acacia aroma). Plaza Sicilia, Pque. 3 de Febrero. Bs. As.

- Retoño del Pino de San Lorenzo. (Pinus pinea). Barrancas de Belgrano. Bs. As.

Árboles notables

- Aguaribay de Plaza Lavalle. (Schinus piliferus) Bs. As.

- Ceibo de Jujuy. (Erythrina falcata). Plaza Lavalle. Bs. As.

- Damara de Plaza Lavalle.  (Agathis dammara), Plaza Lavalle. Bs. As.

- Esterculia de Plaza Lavalle. (Sterculia monosperma), Plaza Lavalle. Bs. As.

- Glelditsia de Parque Lezama. (Gleditsia triacanthos) Parque Lezama. Bs. As.

- Gomero de Bellas Artes. (Ficus macrophylla). Bs. As.

- Gomero de Plaza Lavalle. (Ficus macrophylla). Plaza Lavalle. Bs. As.

- Gomero de Plaza San Martín. (Ficus macrophylla) Bs. As.

- Higuerón de Parque Lezama. (Ficus macrophylla) Pque. Lezama. Bs. As.

- Ombú del descuartizador. (Phytolaca dioica), Plazoleta Cnel Toribio Tedín. Bs. As.

- Palos borrachos de Plaza San Martín. (Ceiba chodatii). Bs. As.

- Seibo de Adelina Noemí Gargiulo. (Erythrina crista-galli). Plaza Dorrego. Bs. As.

- Taxodium del Lago Regatas. (Taxodium distichum) Pque. 3 de Febrero. Bs. As.

Especies emblemáticas

- Chaco. Árbol “quebracho colorado chaqueño” (Schinopsis balansae Engl. ).

- Formosa. Árbol “jazmín magno”, “jazmín mango” o “frangipani”, (Plumeria rubra L.)

- Jujuy. Árbol “lapacho rosado” (Handroanthus impetiginosus (Mart. ex DC.) Mattos)

- La Pampa. Flor de “margarita de las sierras”, “margarita pampeana”, “margarita amarilla” o “boton de oro” (Gaillardia cabrerae Covas).

- La Rioja. Flor de “Cardón”. (Trichocereus pasacana (Web) Britton et Rose. o Trichocereus terschecki (Parm.) Britton et Rose.) “cardón grande”.

- Mendoza. Árbol “jarilla” (Larrea cuneifolia Cav., Larrea divaricata Cav. y Larrea nitida Cav.)

- Misiones. Flor de “lapacho negro”, (Tabebuía heptaphyla (Vell.) Toledo)

- Neuquén. Flor de “mutisia” (Mutisia decurrens Cav.)

- San Juan. Flor de “retamo” (Bulnesia retama)

- San Luis. Flor de azahar. (Tillandsia xiphioides Ker Gawl.)

- Santa Cruz. Flor de “altramuz” (Lupinus sp.)

- Santiago del Estero. “flor de San Esteban”, “lagaña de perro” o “lágrima de la virgen” (Caelsalpinia gilliesii (Vall. ex Hook.) D.Dietr.)

Entre las provincias que todavía no definieron sus símbolos, además de Santa Cruz, se encuentran Córdoba, Tucumán y Salta.

No hay referencias ni antecedentes sobre árboles históricos o notables del resto del país. Debería iniciarse esta lista con el “Árbol histórico de Purmamarca”, ubicado sobre la calle Belgrano, al costado de la iglesia de dicho pueblo, en la provincia de Jujuy. Según la leyenda, fue al pie de este algarrobo donde, en el año 1594, el cacique local Viltipoco, fue apresado por Francisco de Argañaraz y Murguía (gobernador de Jujuy por entonces), al ser emboscado mientras dormía la siesta bajo su sombra. El árbol fue testigo, además, a principios del siglo XIX, de la campaña del General Manuel Belgrano al mando del Ejército del Norte según expuso R. Neumann (2003). Según este autor, a esa fecha tenía una edad aproximada de 625 años. Sería deseable y urgente que se realicen retoños de este árbol histórico para su multiplicación, antes que se seque y desaparezca.

Bibliografía

- Cámara de Diputados de la Provincia de Salta, Proyectos de Ley 91-39444/18 y 91-39445/18

- Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Listado de Árboles Históricos y Notables. On Line. https://buenosaires.gob.ar/sites/default/files/media/document/2022/03/03/6bd90c1fd5cb5a0961e9d6f25849c079943607a3.pdf

- Neumann, R. 2003. El algarrobo histórico de Purmamarca, Jujuy. Boletín “Desideratum” 1 (10).

- Novara, L. J. 2018. Flor y árbol emblemáticos de la provincia de Salta. Una propuesta para su implementación. Noroeste Salvaje (On line) y en Folium (On line, 3: 6-21. 2020),

- Novara, L. J. 2022. Andanzas de un botánico en la provincia de Salta. 1 vol.  287 pp. Noroeste Salvaje Ediciones. Salta.

- Udaondo, E. 1935. Árboles históricos de la República Argentina. 1 Vol. 212 pp. Talleres Gráficos Argentinos L. J. Rosso. Bs. As.

Vito Giuseppe Passamai

EL ARTISTA PICAPEDRERO Por Elio Daniel Rodríguez Detalle del bebedero triple de plaza 9 de Julio, Salta.  Fotografía: Elio Daniel Rodrígue...